
Apuntes sobre la Mediumnidad VIII - Obsessors
Contenido traducido por Google Translate

Apuntes sobre la Mediumnidad VIII - Obsessors
El contacto de guías y mentores de médiums es muy sutil, siempre dejan que su alumno escoja el camino que debe tomar, aconsejan, tratan de guiar, intuyen hermanos más sensibles para llamarlo a escuchar conferencias o leer un libro, etc. Son blandas, sobre todo porque no pueden ser toscas debido al grado de evolución que han alcanzado. La gran mayoría de los médiums cierran los oídos, se tapan los ojos o se esconden debajo de la manta, obstruyendo todos los canales disponibles para la llamada desde arriba. La consecuencia es la eliminación de los mentores que protegen al médium del contacto con espíritus inferiores y energías más densas. Invasión desprotegida en el hogar garantizada, espíritus inferiores que ya fueron atraídos por tendencias inferiores ahora encuentran una forma libre de subyugar y vampirizar al médium.
Los obsesores AMAN los medios. Aman a los médiums temerosos porque se esfuerzan por inculcarles el miedo de entrar en comunicación con el mundo de los espíritus, pero en realidad el médium termina entrando en contacto con el mundo de los espíritus, sólo a través de la fascinación creada por el espíritu obsesionante. Se divierten con los que fingen no tener sensaciones mediúmnicas. Y hacen todo lo posible para avergonzar aún más a aquellos que se avergüenzan de exponer su sensibilidad. Los obsesores también saben que un médium entrenado y activo es un enemigo, porque ayuda a muchas personas, ya sean encarnadas o desencarnadas. Varias veces son los encargados de debilitar las falanges de los espíritus oscuros, pues su ejemplo y fe actúan decisivamente sobre los espíritus aburridos de hacer el mal. Por eso, las falanges de obsesores persiguen a los médiums y se esfuerzan por obsesionarlos, buscando alejarlos de cualquier contacto con centros de oración, espíritas o grupos de estudio. Aún cuando el médium busca el perfeccionamiento y el estudio mediúmnico, los obsesores permanecen cerca, esperando siempre un hueco, porque saben que los médiums son espíritus que pueden debilitarse (como cualquier ser humano). La única forma de protección para el médium es la elevación de su vibración, aun trabajando en una casa espírita necesitará mantener su corazón en alto si quiere aislarse del contacto espiritual inferior. No se engañen pensando que los médiums que trabajan en un centro espírita o templo umbanda están inmunizados contra el astral inferior, si no están equilibrados serán blanco de obsesión y los mentores no podrán ayudarlos, porque han bajado su vibración demasiado. El médium acaba por hacerse sordo al guía y conectado con el obsesor.
He aquí un consejo... Medita mucho sobre todos los temas tratados hasta ahora en "Apuntes sobre la Mediumnidad", porque sólo tu comprensión, aceptación y práctica harán que tu evolución mediúmnica sea mejor.